Cabezal térmico

Los restos de papel pueden adherirse al rodillo exterior de la cinta de transferencia térmica, desgastando la película protectora cerámica del cabezal de impresión térmica y pudiendo causar daños. Después de utilizar cintas o etiquetas, asegúrese de limpiar rápidamente el cabezal de impresión térmica y de eliminar los restos de papel del rodillo. Sople los restos que queden a lo largo del recorrido del soporte y utilice un bolígrafo de limpieza específico o alcohol isopropílico para el cabezal de impresión térmica, el rodillo, etc. Tenga en cuenta factores como la temperatura, la humedad y las precauciones contra la electricidad estática para el entorno operativo, ya que la limpieza por sí sola no es suficiente.

La impresión térmica requiere un contacto directo entre la superficie de la etiqueta y el cabezal de impresión térmica. En comparación con el método de transferencia térmica mediante cintas, hay una mayor fricción, lo que puede reducir la vida útil del cabezal de impresión térmica. La calidad de la cinta y su compatibilidad con el método de impresión son cruciales. Para minimizar el desgaste, es esencial adquirir soportes térmicos de alta calidad a proveedores cualificados. Si las condiciones lo permiten, considere la posibilidad de utilizar el método de transferencia térmica con impresión de cinta.

Cuanto mayor sea la temperatura de impresión, mayor será el desgaste del cabezal térmico. Evite aumentar casualmente la temperatura del cabezal térmico sólo para conseguir una impresión ligeramente más oscura. Ajuste la presión del cabezal de impresión térmica al mínimo posible sin dejar de obtener resultados de impresión óptimos. Una presión excesiva puede aumentar la fricción en los componentes del cabezal térmico y provocar un desgaste más rápido. No eleve arbitrariamente la temperatura del cabezal de impresión ni aumente la presión para obtener una mejor calidad de impresión.

Para limpiar correctamente el cabezal térmico de impresión, comience por apagar la impresora de códigos de barras. Eleve el cabezal de impresión térmica, retire la cinta y las etiquetas y, a continuación, utilice un bastoncillo ligeramente humedecido con líquido limpiador de cabezales térmicos de impresoras de códigos de barras o utilice un bolígrafo limpiador. Limpie cuidadosamente el cabezal térmico en una sola dirección hasta que quede completamente limpio. Por último, seque suavemente el cabezal de la impresora de códigos de barras con un bastoncillo de algodón limpio.

Después de limpiar el cabezal de impresión térmica, utilice un bastoncillo de algodón (o un paño) empapado en alcohol 75% para limpiar meticulosamente el rodillo. Mientras frota, gire manualmente el rodillo hasta que quede completamente limpio. Se recomienda repetir estos pasos de limpieza aproximadamente cada tres días. Sin embargo, para quienes utilicen la impresora de códigos de barras con regularidad, es aconsejable limpiar el rodillo a diario para mantener un rendimiento óptimo.

Dado que las etiquetas suelen ser autoadhesivas, tienden a acumularse en los ejes y canales giratorios, acumulando polvo que puede afectar directamente a la calidad de impresión. Se recomienda limpiar el sistema de accionamiento y el chasis cada semana. Utilice bastoncillos de algodón empapados en alcohol o un paño de algodón para frotar las superficies de los ejes y canales giratorios, así como para eliminar el polvo del chasis. Limpie todo y asegúrese de que esté bien seco.

El mantenimiento regular de los sensores, tanto los de cinta como los de etiquetas, es crucial y debe realizarse aproximadamente cada uno o tres meses. Se recomienda utilizar un soplador para eliminar suavemente el polvo acumulado en los sensores. Este mantenimiento rutinario es fundamental para preservar la funcionalidad óptima de los sensores, garantizando así un rendimiento preciso y fiable a lo largo del tiempo.